La decoración de estilo nórdico es aquella que aporta calidez y luminosidad al ambiente a partir de la utilización de elementos naturales. Esta tendencia está en auge y tiene como auténtica prioridad potenciar la luz natural de los espacios, creando ambientes que sean completamente acogedores y cálidos.
¿Qué particularidades presenta el estilo nórdico y cómo puedes ponerlo en práctica?
Es un tipo de decoración cada vez más en alza porque es atemporal y porque utiliza colores neutros para potenciar la iluminación, la tranquilidad y la amplitud, consiguiendo espacios más amplios, más diáfanos y mucho más luminosos. Esto se deriva en un mayor bienestar y en una gran sensación de confort al entrar a casa y este es, seguramente, el gran secreto del estilo nórdico.
La decoración de estilo nórdico apuesta por:
- Muebles de madera; que dan ese toque de calidez y de espacio acogedor y nos conectan con la naturaleza
- Uso abundante de tejido; Se utiliza la lana, el lino, la piel y todos aquellos tejidos que pueden aportar calidez al hogar. Puedes apostar por mantas calentitas y blandas para los meses de invierno o bien por fundas de cojines o el tapizado de butacas en verano, por ejemplo.
- Uso de complementos que aporten comodidad y confort como los cojines o las alfombras, para mantener la calidez del hogar durante todo el año.
- Pintar tu hogar con colores claros blancos
El estilo nórdico transmite todas las connotaciones que tienen que ver con el hogar, un espacio funcional y acogedor que presume de ser un espacio práctico y cálido, limpio, ordenado y en paz. Es importante que prescindas de todos aquellos muebles y accesorios que no utilices porque todo lo superfluo debe ir fuera.
Elige aquellos colores que multipliquen la luminosidad para tapicerías o para piezas grandes como el sofá y los muebles. Los materiales que suelen utilizarse en el estilo nórdico pueden ser la madera, la cerámica o la piedra, como es el caso del mármol en tonos claros.
Los toques retro también pueden formar parte de la tendencia nórdica, para dar ese toque de personalidad y las texturas son muy importantes, ya que aportan movimiento y calidez; mantas de pelo largo, con fibras…
En cuanto a la cocina, te recomendamos apostar por opciones blancas con toques de madera, lámparas en tonos claro y añadir algún elemento de color cálido como el mostaza.
Otro básico en el estilo nórdico es que el espacio esté abierto a la luz, es decir, que sea un espacio que multiplique la claridad y que te haga sentir en una nube, con desnudos ventanales, plantas y elementos naturales y cálidos que te hagan disfrutar del placer de estar en casa.
