Con la ayuda de un trapo húmedo con agua caliente y un poco de jabón neutro sería suficiente para limpiar el silestone y devolverle su brillo y belleza originales. Pero cuando hablamos de encimeras de cocinas o baños, debemos realizar una limpieza un poco más elaborada, ya que son lugares en los que suelen acumularse más suciedad o en los que se incrustan manchas más difíciles que en otro tipo de estancias en la vivienda. Al ser un material no poroso, no absorbe los líquidos ni deja que las manchas se incrusten con facilidad, de modo que resulta más fácil limpiarlo en profundidad y es una opción mucho más higiénica que otros materiales que sí absorben la humedad, como puede ser la madera. Aunque dependiendo del tipo de suciedad o de manchas que entren en contacto con este material, afectan de distinta manera en función del color (oscuro o claro) o de la textura (volcano, suede, pulida, rugosa, etc.). Cuanto más rugosa sea la textura de la encimera más se complica su mantenimiento y limpieza, porque la suciedad y las bacterias encuentran pequeñas hendiduras, para acumularse con una mayor facilidad y son más difíciles de retirar.
Tipos de manchas difíciles de retirar
Hay manchas que afectan más que otras, como por ejemplo las de cal, sobre todo si la encimera es de color oscuro. Lo mejor es actuar de forma preventiva y limpiar la encimera cada dos semanas y con productos antical específicos.
Mancha de óxido, vino o metal; En este caso tendrás que usar un producto llamado q-action, que puedes comprarlo en el momento que te instalen la encimera, ya que es el producto que te recomienda el fabricante para estos casos.
Manchas de quemaduras; En este caso es distinto, porque se producen por un exceso de calor y esto ya es más que una mancha, ya que puede suponer una reparación. En cualquier caso, es mejor escoger colores oscuros para la encimera, por si se produce este tipo de situaciones, porque se notan menos este tipo de manchas.
Precauciones para evitar el deterioro del silestone
- Usar una tabla para dejar las sartenes, cazos o utensilios muy calientes, para que no quemen la encimera
- No limpies el silestone con productos químicos como el amoníaco o los disolventes
- Evita productos de limpieza que contengan ceras, sellantes o abrillantadores porque dejaran un residuo parecido a la cal que cambiará su color y brillo originales.
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