El Feng-shui consiste en una filosofía que busca la distribución espacial ideal, aquella que consiga transmitir buena energía. Si queremos aplicar esta técnica al diseño de interiores, debemos encontrar prestar atención a cada elemento para que todo fluya. En el artículo de hoy nos centramos en la cocina, pero puedes aplicar el feng-shui a todas las estancias de tu hogar.
Que cada objeto tenga el lugar ideal en tu cocina
El agua y el fuego son dos elementos propios de una cocina y también vienen directos de la naturaleza, de modo que será importante distribuirla de forma óptima. Si es posible, es importante que esté orientada al sur de la casa y nunca en el centro, además de evitar que nuestra postura de trabajo en la cocina sea de espaldas a la puerta. De esta forma, no rompemos la armonía positiva de la vivienda y dejamos que fluya libremente. Conseguir el lugar ideal para cada objeto te aportará un gran bienestar que podrás respirar en cada rincón de tu casa.
Separa el agua del fuego
En cuanto a la distribución específica, es importante que separes el agua del fuego, es decir, los fogones del fregadero, pero sin que estén enfrentados. En un lado fogones, microondas, horno y en el otro, el fregadero.
El fregadero es el punto por el que pasan los alimentos antes de ser preparados y, por tanto, la localización dentro de la cocina tiene que ser un punto limpio, con suficiente espacio para movernos bien. Coloca el fregadero en el centro de la cocina, pegado a la pared principal y debajo de una ventana. Así, la ventana se contagia de energía positiva que llega del exterior y, por otro lado, será importante que mantengas esta zona ordenada, ya que el desorden es sinónimo de energía negativa.
Instala maderas para tu cocina y consigue el mejor medidor entre agua y fuego, convirtiéndolo el material protagonista de la cocina. Conseguirás calidez, bienestar y tu cocina transmitirá frescura y será más acogedora. Para aumentar el Feng-shui, también se recomienda lucir en una esquina de la encimera principal o en la isla central, pequeños accesorios como un bol lleno de fruta o una cafetera.
Evita las formas angulosas del mobiliario o de objetos, como pueden ser esculturas, lámparas, adornos decorativos, pantas… Evita que apunten hacia ti, para no tener una energía demasiado densa que pueda ocasionar incomodidad.
Orden y buena energía
Además del orden, también es importante la proximidad, es decir, que tengas lo que necesitas a mano. Así, conseguirás que además de tener todo ordenado, el uso de los objetos más funcional. Gracias a distribuir los espacios de una forma diáfana, despejada, ordenada, funcional y limpia, conseguirás una energía positiva que te transmitirá mucha paz.
